"El hijo del pueblo"

Es costumbre que durante septiembre, mes patrio, la música vernácula de hace décadas vuelva a escucharse a través de los cantantes y mariachis para celebrar a México. Pocos son los cantautores que han logrado la inmortalidad gracias a la aceptación en el público perteneciente a las nuevas generaciones. Uno es José Alfredo Jiménez, a quien se le rinde homenaje con cada trago, con cada desilusión amorosa y en cada fiesta patria con su canción: “15 de septiembre”.

José Alfredo es un compositor e interprete de la música ranchera por excelencia, ya que le canta a las mujeres, a su tierra, al alcohol, a la vida. “No me amenaces”, “Te solté la rienda”, “Ella”, “El rey”, “Amanecí en tus brazos”, “Paloma querida”, “Camino de Guanajuato”, “Serenata huasteca”, “Llegó borracho el borracho”, “Cuatro caminos” y otras 270 canciones son parte de su repertorio musical, tan popular debido a la belleza de sus notas y su letra poética, así como el sentimiento profundo con el que el mexicano se identifica.

Luego de 38 años de su fallecimiento, este gran compositor guanajuatense tiene una gran aceptación en Estados Unidos así como en algunos lugares de europa y Centroamérica. Continúa siendo garantía de éxito para los cantantes que se lanzan a la aventura de interpretar la canción ranchera, aunque en muchos, no de manera profesional y con el respeto que merece la música vernácula.

Difícilmente habrá otro “José Alfredo Jiménez”, es talento irrepetible, de los mejores, y seguirá entre nosotros mientras escuchemos su obra musical. Y el día que el pueblo le falle, ese día, José Alfredo ha de llorar. Así dice una de sus canciones: “El hijo del pueblo”.