Los navistas insistían en que la solución sería la renuncia de Fausto Zapata Loredo como gobernador. El presidente de la república, Carlos Salinas advirtió que bajo ninguna presión tomaría una decisión. “La advertencia presidencial daba la impresión de ser irreversible”, consignó el semanario Proceso.
Zapata Loredo seguía sin poder entrar a Palacio de Gobierno. El martes 8 convocó a una rueda de prensa.
-¿Tiene el apoyo del presidente?- se le preguntó
-Por supuesto que sí.
Mañana del 9 de octubre de 1991. Las mujeres navistas siguieron de plantón en las puertas de Palacio de Gobierno. Salvador Nava continúo su marcha rumbo a la Ciudad de México. La gobernabilidad del estado pareció existir con todo los intentos del gabinete por demostrar que estaban trabajando. El secretario de Finanzas, Manuel Algara convocó a una rueda de prensa para dar a conocer los apoyos federales al gobierno de Fausto Zapata.
Otras notas informativas de ese día las generaron los dirigentes priístas. Marcos Carrillo Arenas, coordinador regional del CEN del PRI en SLP declaró ante los medios de comunicación que el gobernador potosino “triunfo por amplia mayoría”. Por su parte, Juan Ramiro Robledo, líder estatal del PRI decía: “nuestro partido no contempla ni por asomo la posibilidad de un interinato”.
¿Y Fausto Zapata? Se dijo que ese día 9 había sido citado a Los Pinos.
A las cinco de la tarde del mismo día, un documento impreso llega al Congreso local.
“Octubre 9, 1991.
H. Congreso del Estado Libre y Soberano de San Luis Potosí:
He tomado la decisión unipersonal de renunciar, con esta fecha, al cargo de Gobernador Constitucional de San Luis Potosí.
Mi determinación de no poner nunca en riesgo las posibilidades de convivencia pacífica entre los potosinos me ha llevado a la decisión de allanar el camino, mediante mi renuncia, a una solución política de los problemas que experimenta nuestro estado.
Queda constancia en el H. Congreso del Estado de la limpieza y testimonio de la constitucionalidad de la elección que me otorgó el mandato al que hoy hago renuncia expresa.
Reitero a ustedes mi respetuoso afecto y la seguridad de mi consideración atenta y distinguida.
(Rúbrica ilegible)”
Los navistas plantearon esa solución: la renuncia. Salinas de Gortari cedió a las presiones de la oposición. Los priístas, enardecidos e incrédulos. El PRI perdió a otro de sus nuevos gobernadores.
Así fue como en 1991, hace 20 años, San Luis Potosí tuvo un gobernador (Fausto Zapata Loredo) que solamente duró 14 días. Otro gobernador que duró poco fue Sinecio Gallegos, en 1837, quien duró 15 días en el poder.
